"Los resultados de la Consulta muestran que los pobres atendidos por el Hogar de Cristo y por el Servicio País perciben negativamente las modalidades en que son representados en la televisión abierta. Los participantes opinan que la televisión los vincula con categorías sociales estigmatizadas (delincuentes, drogadictos, marginales), los asocia a sujetos que están en condiciones precarias de presentación y apariencia personal (sucios/cochinos, mal vestidos) y que se encuentran en situación de carencia (necesitados), y los presenta como personas que tienen atributos psicológicos, relacionales y existenciales deficitarios (desamparados, abandonados, flojos, irresponsables, incapaces). Al mismo tiempo, los asistentes a las asambleas no identifican atributos positivos o socialmente deseables del pobre representado en la televisión, y se pronuncian críticamente sobre la veracidad de las representaciones, señalando que la televisión solamente muestra lo negativo u oculta la pobreza. En lo relativo a las causas, la mayoría de las atribuciones que realizan los participantes en las asambleas son negativas, y tienden a centrarse en factores vinculados a los propósitos comerciales (búsqueda de rating e incremento de ventas), y al estilo dominante de hacer televisión (sensacionalismo, explotación de la morbosidad). Estas causas son señaladas para todos los atributos de la representación del pobre que alcanzaron los mayores pesos en la consulta, como se puede apreciar en la tabla 9. También se destaca la manipulación política (o de otro tipo), y se menciona, aunque en menor medida, el uso sistemático de lo peor de la vida de los pobres, la visibilidad de los problemas que los afectan y su alta vulnerabilidad (pocas posibilidades de hacer respetar sus derechos e impedir la utilización televisiva)." (Conclusiones, página 38)
Introducción, 1
Resultados, 5
Conclusiones, 38